HIDRATACIÓN INTELIGENTE ¿QUÉ DEBES BEBER ANTES, DURANTE Y DESPUÉS DEL ENTRENO?
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La hidratación es uno de los pilares fundamentales para mantener un rendimiento óptimo durante cualquier actividad física. Nuestro cuerpo está compuesto por un 60% de agua, y el nivel de hidratación impacta directamente en la energía, la resistencia y la recuperación muscular. Beber los líquidos adecuados en cada fase del entrenamiento antes, durante y después no solo mejora el rendimiento, sino que también ayuda a prevenir lesiones, regular la temperatura corporal y reponer electrolitos esenciales.
Hidratación Antes del Entrenamiento
¿Por qué es importante?
Mantenerte hidratado antes de entrenar garantiza que tu cuerpo esté en condiciones óptimas para enfrentar la sesión de ejercicio. Cuando comienzas bien hidratado, el flujo sanguíneo y el transporte de oxígeno mejoran, lo que te permite tener más energía y resistencia.
¿Qué deberías beber?
Agua: Lo ideal es beber entre 400-600 ml de agua entre 2 a 3 horas antes de entrenar. Esto le da tiempo a tu cuerpo para absorber el líquido y eliminar el exceso a través de la orina.
Bebidas con electrolitos (opcional): Si entrenas en climas calurosos o por períodos prolongados, agregar electrolitos como sodio, potasio y magnesio puede prevenir la deshidratación severa.
Bebidas con carbohidratos: Para entrenamientos intensos o de resistencia, consumir una bebida que combine agua con una pequeña cantidad de carbohidratos (como jugo de frutas diluido) puede ayudarte a aumentar tus reservas de glucógeno.
Hidratación Durante el Entrenamiento
¿Por qué es importante?
Durante el ejercicio, pierdes líquidos a través del sudor. Si no reemplazas estos líquidos, puedes experimentar fatiga, calambres musculares o incluso golpes de calor. Mantenerte hidratado durante el entrenamiento también regula la temperatura corporal y evita que el rendimiento decaiga.
¿Qué deberías beber?
Agua: Si tu entrenamiento dura menos de una hora, el agua suele ser suficiente para mantenerte hidratado. Se recomienda beber entre 150-250 ml de agua cada 15-20 minutos durante el ejercicio.
Bebidas isotónicas: Para entrenamientos de más de una hora o actividades de alta intensidad, las bebidas deportivas isotónicas (que contienen electrolitos y carbohidratos) son una excelente opción. Estas bebidas ayudan a reponer sales minerales y proporcionan energía rápida.
Evita las bebidas azucaradas o carbonatadas: Estas pueden causar malestar estomacal o distensión durante el ejercicio, lo que afectará tu rendimiento.
Hidratación Después del Entrenamiento
¿Por qué es importante?
Después del ejercicio, tu cuerpo necesita rehidratarse para recuperar el equilibrio de líquidos y electrolitos perdidos durante la sesión. La correcta hidratación post-entrenamiento también ayuda en la recuperación muscular y reduce el riesgo de dolor muscular de aparición tardía (DOMS, por sus siglas en inglés).
¿Qué deberías beber?
Agua: Después del entrenamiento, lo ideal es beber entre 500 ml y 1 litro de agua, dependiendo de la intensidad del ejercicio y la cantidad de sudoración. Un truco útil es pesarte antes y después del ejercicio: por cada kilogramo perdido, bebe entre 1-1.5 litros de agua.
Bebidas con electrolitos: Si has tenido una sesión muy intensa o en condiciones de mucho calor, reponer electrolitos es crucial. Las bebidas con sodio, magnesio y potasio son clave para restablecer el equilibrio de sales en tu cuerpo.
Batidos de proteínas: Si buscas no solo rehidratarte, sino también potenciar tu recuperación muscular, un batido de proteínas mezclado con agua o leche puede ser una opción efectiva. Además de hidratarte, te proporcionará los nutrientes necesarios para la regeneración muscular.
Consejos Adicionales
Escucha a tu cuerpo: Si sientes sed, ya estás algo deshidratado. Aunque la sed no siempre es un indicador temprano, no la ignores. Bebe antes de sentirla, especialmente si el clima es caluroso o si estás sudando mucho.
Monitorea el color de tu orina: Un indicador sencillo de hidratación es el color de tu orina. Si es clara o ligeramente amarilla, estás bien hidratado. Si es oscura, necesitas más líquidos.
Evita la deshidratación crónica: Mantenerte hidratado no es solo importante durante el ejercicio; es vital durante todo el día. Intenta beber de 1.5 a 2 litros de agua diariamente para asegurar que llegas a tu entrenamiento bien hidratado.
Conclusión
La hidratación es una parte crucial de cualquier programa de entrenamiento, ya que influye directamente en el rendimiento y la recuperación. Beber lo adecuado antes, durante y después del ejercicio no solo te ayudará a sacar el máximo provecho de tus sesiones de entrenamiento, sino que también garantizará una recuperación más rápida y una mejor salud general. ¡Escucha a tu cuerpo, hidrátate correctamente y optimiza tu rendimiento!