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El consumo de bebidas energéticas ha ido en aumento en los últimos años, en gran parte debido a los beneficios comercializados para el rendimiento físico y cognitivo. Todos hemos visto muchos anuncios de marcas famosas. Aunque estamos asistiendo a un aumento de las bebidas energéticas y de su consumo, hay indicios de que podrían ser más perjudiciales que beneficiosas para la salud humana. La mayoría de las investigaciones en torno a las bebidas energéticas han llegado a la conclusión de que, aunque pueden tener un impacto positivo en el rendimiento, también tienen efectos adversos y consecuencias negativas.

Beneficios para el rendimiento

Al hacer ejercicio, la mayoría de las bebidas energéticas tienden a darnos ese empujón extra que muchos de nosotros hemos experimentado, pero ¿qué hacen exactamente por nosotros? ¿Y cómo hacen que nos sintamos con tanta energía?

Los ingredientes utilizados en las bebidas energéticas varían considerablemente, aunque algunos son bastante comunes. Tomemos como ejemplo la cafeína: un ingrediente muy popular que se encuentra en muchas bebidas cotidianas, así como en varias bebidas energéticas. Numerosas investigaciones sugieren que la cafeína puede tener numerosos efectos beneficiosos para nosotros y por eso nos sentimos tan llenos de energía cuando la consumimos. Algunos de sus efectos son: mayor estado de alerta, aumento de la resistencia muscular y reducción del esfuerzo percibido durante el ejercicio. Otro ingrediente comúnmente utilizado en las bebidas energéticas es la glucosa, que es un azúcar simple. Se ha demostrado que mejora el rendimiento, especialmente en ejercicios de resistencia. El Protein World Pre Workout es un gran suplemento cuando se toma antes del ejercicio para ayudar a aumentar el estado de alerta mental y el rendimiento, también no contiene las calorías adicionales o azúcar que se encuentran genéricamente en las bebidas energéticas.

Efectos adversos para la salud

Aunque el consumo de bebidas energéticas tiene varias ventajas en función del rendimiento, sigue planteándose la cuestión de si hacen más mal que bien. Muchas bebidas energéticas tienen un alto contenido en azúcar y ésta es la principal fuente de problemas de salud asociados a este grupo de bebidas, como hipertensión, mayor riesgo de diabetes, enfermedades cardiacas y obesidad.

También es habitual que las personas se vuelvan más dependientes o incluso adictas a las bebidas energéticas por querer tener la sensación de estar más alerta. Esto suele ser consecuencia del alto contenido en cafeína de la mayoría de las bebidas energéticas, que también es la raíz de la adicción a las bebidas a base de café. El consumo prolongado de bebidas energéticas puede provocar caries, insomnio, desequilibrio hormonal y aumento de la ansiedad.

Nuestro consejo

Aunque no todas las bebidas energéticas son malas, te sugerimos que las reduzcas, sobre todo si te sientes dependiente de ellas. Intente reducir su consumo total a la mitad; así, si normalmente toma dos bebidas energéticas al día, redúzcalas a una, o a cinco si suele tomar diez a la semana. También es buena idea optar por opciones bajas en azúcar o sin azúcar, aunque siempre hay que tener cuidado con los azúcares añadidos u ocultos. Una alternativa, y probablemente la mejor manera de mantenerse con energía, es comer comidas equilibradas con regularidad, que incluyan proteínas magras, hidratos de carbono de bajo índice glucémico y grasas saludables. No sólo te sentirás con más energía y preparado físicamente para el ejercicio, sino que también mejorarás tu estado de ánimo y te sentirás mejor psicológicamente.