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Bueno, ¡es esa época del año! Donde yo estoy, empieza a hacer frío, los días se acortan y pasamos más tiempo dentro de casa. Todos mis amigos y clientes del hemisferio norte están disfrutando del comienzo de un hermoso verano y aprovechándolo al máximo viajando a lugares increíbles y soleados, ¡y dándome mucha envidia! Así que, por lo general, eso significa que es hora de tomarse unas vacaciones.

La vida ha sido una locura en los últimos 12 meses - con Moana Bikini y Bikini Body Burn creciendo muy rápidamente y ocupando mucho tiempo y espacio en el cerebro - así que realmente disfruto de los momentos en los que soy capaz de desconectar y escapar a algún lugar cálido, soleado y hermoso... incluso si es sólo por unos días. Es muy importante tomarse tiempo para uno mismo y pulsar el botón de reinicio.

Sin embargo, estoy muy comprometida con mi régimen de entrenamiento, por lo que añadir unas vacaciones a la mezcla puede distraerme bastante y alterar mi rutina, lo que, a veces, puede ser bastante perjudicial para cualquier progreso que haya hecho o esté haciendo. Por ello, siempre me aseguro de recordar un par de puntos antes, durante y después de mis vacaciones, para asegurarme de que tengo confianza en mi entrenamiento y en mi cuerpo y de que me permito divertirme y disfrutar de mi viaje.

Quiero compartir estos consejos con vosotros, porque creo que harán que las vacaciones que tengáis planeadas sean mucho más agradables y os asegurarán que no os saltéis ningún paso en vuestro entrenamiento y progreso.

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Utilízalo como motivación
Antes de las vacaciones, suelo saber que probablemente comeré fuera de mis pautas normales de nutrición y que no entrenaré tanto, si es que lo hago, mientras estoy fuera. Visto de forma negativa, esto puede ser realmente molesto y preocupante. Pero siempre intento convertir lo negativo en positivo, así que utilizo este conocimiento como motivación. "Tengo que conseguir ese cuerpo de vacaciones" es algo que me encuentro diciendo en mi cabeza durante algunas de las sesiones de entrenamiento más duras a las que me someto antes de un viaje. Intento entrenar a tope, porque sé que puede que no tenga esa oportunidad, o ese deseo, mientras esté fuera.

No sólo eso, sino que me ciño rígidamente a una nutrición buena y saludable y a comer exactamente lo que debo para lograr objetivos más personales, porque sé que en las vacaciones siempre hay algunas tentaciones descaradas a las que es difícil resistirse. Y, al fin y al cabo, estás de vacaciones... ¡así que por qué no! A veces, el hecho de saber que no vas a entrenar, o de tener la oportunidad de hacerlo, es todo lo que necesitas para motivarte a entrenar más. No sabes lo que tienes hasta que lo pierdes. Utiliza ese viaje como motivación.

¡Date un respiro!
Por algo estás de vacaciones, ¿no? Has trabajado tan duro durante tanto tiempo que ya era hora de tomarte un descanso... ¡así que tómate uno de verdad! Recuerda que una o dos semanas fuera de tu horario normal no te van a hacer volver al punto de partida. Recuerda que estar en forma y saludable es una elección de estilo de vida, no una tarea. Así que, básicamente, no tengas miedo de relajarte. Al fin y al cabo, ¡para eso estás! Sin embargo, si tienes el problema de sentirte culpable por faltar a las sesiones de entrenamiento o por comer demasiado (¡como me pasa a mí a veces!), entonces...


Incorpora tu entrenamiento a las vacaciones No quiero que pienses que tienes que dedicar una hora al día a machacar tu rutina habitual, ¡ni mucho menos! Estás de vacaciones, sin duda en un lugar idílico, así que tienes que asegurarte de que lo disfrutas... pero si quieres entrenar, ¿por qué no utilizar el entorno en tu propio beneficio?

Permítanme darles algunos ejemplos basados en uno de mis viajes más recientes. La isla en sí estaba rodeada de hermosas playas tropicales y palmeras, con un bonito camino que la rodeaba. Dos vueltas alrededor de la isla fueron una hermosa, refrescante y vigorizante carrera de 6 km. Un golpe de cardio impresionante. Un lado de la isla tenía una laguna impecablemente tranquila, clara y prístina, con un precioso arrecife de coral, repleto de vida marina y algunos increíbles y profundos agujeros azules. Un baño de un extremo a otro era de 1 km. Un gran ejercicio para todo el cuerpo.

Nuestros bungalows sobre el agua estaban situados en la laguna, rodeados de praderas marinas que albergaban tortugas, peces y tiburones de arrecife. Una tabla de surf de remo alrededor de todos los bungalows y de vuelta fue de 1 km. Un ejercicio sorprendentemente intenso para la parte superior del cuerpo y el tronco.

No te castigues Cuando vuelvas, no te pongas a trabajar con la misma intensidad que antes de irte, pero asegúrate de que vuelves, ya que no quieres romper tus hábitos saludables. Recuerda que te has ganado y merecido esas vacaciones, así que no hay necesidad de castigarte. Vuelve a entrenar a un ritmo cómodo, y antes de que te des cuenta, estarás rompiendo tus objetivos de nuevo, con el objetivo de volver a tu intensidad de entrenamiento normal en quince días.

TODO el mundo se merece un descanso, así que asegúrate de planear uno pronto. Siempre es una sensación muy buena saber que tienes planeada una escapada emocionante, aunque sólo sea un fin de semana largo.